Tormentas que transforman vidas
“Mi sueño es mejorar la laguna y crear un lugar para que los niños jueguen y se diviertan”. Horado*, un adolescente del Quiché, camina a menudo hacia la laguna de su comunidad para meditar. Este lugar sereno de agua turquesa está rodeado por un fondo de montañas cubiertas de árboles y siembras.
Pero no siempre ha sido tan pacífico. Hace dos años, una gran tormenta en Guatemala azotó el pueblo de Horado*, en la zona alta del departamento del Quiché.
“Sentí temblar la tierra y les dije a mis papás que las familias estaban siendo arrastradas por el río. Le grité a mi papá para que viera lo que pasaba; Logramos ver un derrumbe que traía un camión y arrastró varias casas”, cuenta.
Trágicamente, algunas personas perdieron la vida. Horado* y su familia estaban todos a salvo, pero su casa y todas sus pertenencias fueron destruidas.
Save the Children proporcionó a las personas transferencias de efectivo inmediatamente después de la tormenta. Mucha gente utilizó este dinero para comprar alimentos y artículos de primera necesidad.
La gente del pueblo de Horado* estaba decidida a reconstruir su comunidad. Con fondos de Save the Children, se unieron y reconstruyeron las tuberías de agua, que fueron destruidas por las tormentas. Ahora, el 95% de la comunidad cuenta con acceso a agua segura y limpia.
Debido al trauma que experimentaron niñas, niños y adolescentes, Save the Children estableció 33 Espacios Amigables dedicados a apoyar a los más afectados. Estos son lugares donde los niños pueden recordar cómo reír, jugar y ser ellos mismos. Horado* acude a su Espacio Amigable para participar de las sesiones semanales que organiza el personal de Save the Children.
“Me gusta estudiar, dibujar, jugar y aprender, sobre todo con la ayuda de Save the Children. Las actividades nos motivan y nos alegran para seguir adelante y tener más amigos”, dice Horado*.
Cuando no está nadando en la laguna, Horado* se concentra en sus estudios: “Quiero ser maestro y dar clases a los niños en estas materias: Matemáticas y Ciencias Naturales. También jugaría con los niños y las niñas el juego de la papa caliente”.