“La motivación más grande y mi sueño más grande es que en Guatemala disminuya la desnutrición crónica”.

Joel Martínez

La mayor parte de municipios del departamento de Chiquimula pertenecen al corredor seco del país, situación que los coloca en una posición de alta vulnerabilidad en lo que a seguridad alimentaria se refiere, pues la escasez de lluvias impide que las cosechas sean abundantes. Sumado a lo anterior, muchos de sus habitantes viven en situación de pobreza o pobreza extrema.

Los jóvenes del departamento están seriamente preocupados por las condiciones de vida de sus comunidades, por lo que, en la búsqueda de mejorarlas, la organización juvenil es cada vez más potente.

Joel es uno de esos jóvenes que ha decidido cambiar la situación de Chiquimula y que está trabajando para ello. Es originario del municipio de San Juan Ermita y, desde hace un año y medio, es miembro del grupo juvenil Red Presión. Él piensa que es necesario que los jóvenes busquen ser parte de las transformaciones sociales y que, cuando otros chicos de su edad ven trabajando a los miembros de la Red, se sienten motivados para involucrarse.

“Ya al ver que uno está trabajando y todo eso, como que les interesa… Tal vez dirán: -si él lo logró yo también lo puedo lograr-… Y es importante que involucren, porque con eso estamos evitando mucho los vicios, la drogadicción, porque ya ellos van a estar como centrados en algo bueno, en algo positivo, que les va a ayudar para bien”

Para desarrollar sus planes operativos, los jóvenes de la Red Presión reciben asistencia técnica del Programa FCOJ ejecutado por Save the Children, gracias al apoyo de la Unión Europea. En el marco de ese apoyo se les ha capacitado en diversos temas, entre los que se puede mencionar:

• Liderazgo
• Participación
• Auditoría social
• Incidencia política
• Monitoreo
• Nutrición y desnutrición
• Comunicación efectiva, locución y medios de comunicación, etc.

 "Yo siento que todos tenemos la capacidad de liderar, pero a algunas personas no les gusta liderar, pero son buenos para planificar.  Ahí lo que vamos a hacer es tomar en cuenta a todos, porque todos somos capaces.

Actualmente están desarrollando un proyecto de monitoreo y auditoría social sobre las acciones que se realizan durante la Ventana de los 1000 días[1], tanto con las familias como en los puestos y centros de salud.

El monitoreo con las familias consiste en indagar (a través de una entrevista) sobre los cuidados prenatales que toman las madres, su valoración sobre la lactancia materna, las atención médica preventiva que se presta a los infantes durante los primeros dos años y la alimentación que se les ofrece. Cuando la entrevista que realizan se los permite, aprovechan para aconsejar a las familias sobre vacunación, desparasitación, prevención de la desnutrición en los niños de todas las edades, etc.

Joel afirma que la pobreza no es el único factor que determina la seguridad alimentaria de las familias, también lo hace el desconocimiento.

 “Tal vez el niño tiene hambre, pero no le dan una comida que le vaya a nutrir.  Le dan dinero y el niño viene y va a comprar golosinas, gaseosas. Y todo eso sabemos que no es de beneficio o algo le vaya a servir"

 Los miembros de la Red Presión también están realizando un trabajo de monitoreo con el personal de enfermería de los puestos y centros de salud. La información que estos les proporcionan, sumada a la que han logrado levantar en las entrevistas a las familias, les servirá para tomar decisiones sobre su acompañamiento a la efectiva aplicación de los pasos de la Ventana de los 1,000 días.

Muchos de los miembros de la Red Presión están tratando de involucrarse en los Consejos Comunitarios y Municipales de Desarrollo, para que la voz de los jóvenes sea escuchada y sus ideas sean tomadas en cuenta. Pero, aunque se han ganado el respeto de las autoridades y cada vez aceptan más su participación, para algunos de ellos todavía es difícil ser del todo acogidos en dichos círculos. Joel ha participado en reuniones de la CODESAN (Comisión Departamental de Seguridad Alimentaria y Nutricional) y afirma que a él le ha ido muy bien y que sus sugerencias han sido tomadas en consideración.

 “Creen bastante en la juventud, que en la juventud hay potencialidades y todo eso"

Los líderes juveniles de Chiquimula saben que su rol es muy importante y están seguros de que pueden incidir en la movilización social, cuando hay problemáticas que atender. Por lo que tratan de estar muy atentos a lo que pasa en sus comunidades, para tener una intervención oportuna y efectiva.

"Para mí es como controlar qué están haciendo las instituciones…Por ejemplo, el Ministerio de Educación …Si están cumpliendo con las clases, con la alimentación escolar y todo eso…Entonces nosotros, como jóvenes, miramos las problemáticas que hay dentro de nuestros municipios…Hay algunas ocasiones en las que los maestros no van a dar clases, entonces ahí entramos nosotros, como jóvenes y ya vemos cómo reportarlo"

Para Joel todavía hay mucho trabajo por hacer, cree que es necesario involucrar a más jóvenes en las actividades de capacitación.  Para prevenir la desnutrición, por ejemplo, que es un tema que golpea fuertemente a su departamento, él sugiere que se trabaje en la capacitación de mujeres y hombres solteros y jóvenes, pues cree que, únicamente, se empieza a dar información a las mujeres cuando ya están embarazadas.

"Porque si vamos a tener familia y todo eso, entonces nosotros vamos a saber a qué enfrentarnos. Porque el cuidado en sí no es solo de la mujer, porque nosotros como hombres nos tenemos que involucrar"

Joel considera fundamental continuar con la formación de pares, para generar un efecto de contagio y confía en los frutos del intercambio que se produce entre los jóvenes, cuando comparten aprendizajes:

 "Nosotros cuando recibimos la formación hicimos réplicas. Los técnicos nos daban la formación y todo. Ya nosotros, como grupo motor, invitábamos jóvenes líderes de comunidades… Y entrábamos a trasladarles todo lo que habíamos aprendido…También nosotros aprendimos mucho de ellos…”