Pasar al contenido principal

8 Enero 2020 - Historia

Participación juvenil, formación técnica y emprendimiento: la historia de Ana*

“Yo me veo de aquí a un par de años siendo bastante exitosa, pienso en grande, quiero crear empleos”.

Ana*

Ana* es una joven de Nebaj que ha visto emigrar a familiares, amigos, compañeros de estudios y vecinos. Todos, con la expectativa de ofrecer a sus familias una mejor calidad de vida. La mayoría de ellos han emprendido el rumbo hacia los Estados Unidos, pues pareciera que ese país puede ofrecerles mejores oportunidades laborales.

“De una u otra forma nos damos cuenta que ya no están acá, que han migrado”.

Ella está consciente que la migración afecta fuertemente a las personas, las familias y las comunidades, pues provoca que el tejido social se debilite: muchos niños crecen sin sus padres, la distancia provoca que las familias se desintegren, los que se van sufren de soledad y las comunidades se quedan sin fuerza laboral.

“Estar acá es muy diferente que estar en un país enorme, que no conocen …Estan viviendo solos y no tienen el apoyo de su familia…Igual acá, su familia los extraña, se sienten tristes sin esa persona, más si es papá o mamá”.

Para Ana*, la migración no es una opción, aunque, en algún tiempo, pensó igual que muchos de los jóvenes de su edad y estuvo a punto de marcharse al extranjero, con su padre,  en busca de una mejor posición económica. Sin embargo, cuando esa idea invadía sus pensamientos, empezó, junto con algunos amigos, a participar en la red juvenil REJUDEM. Ahí se dio cuenta que muchos de los miembros de la Red compartían con ella las mismas preocupaciones: en su comunidad hay muy pocas oportunidades educativas y laborales, por lo que la mayoría de personas de su edad se ven envueltas en una espiral que les corta las posibilidades desarrollo, pues ya no están estudiando, pero tampoco poseen las competencias necesarias para insertarse en el mundo laboral. 

Los chicos que participan en REJUDEM están seguros de que si trabajan todos juntos pueden incidir en el cambio de su municipio y su país. Están batallando para ayudar a la comunidad a salir adelante, a través del fortalecimiento de las capacidades de los jóvenes.  La Red es parte de la Comisión de la Juventud, que trabaja en coordinación con Save the Children para crear becas en diferentes disciplinas. Estas becas tienen como objetivo generar opciones laborales para los jóvenes, en sus propias comunidades y, con ello, fortalecer el desarrollo social y prevenir la migración, pues dicho fenómeno pone en riesgo la integridad y la vida de las personas.

Como miembro de la REJUDEM, Petronila se vio beneficiada por una beca para estudiar un curso de comunicación, facilitado por el Instituto Técnico de Capacitación y Productividad, INTECAP.  La formación tuvo una duración de 80 horas presenciales, en las que aprendió a crear páginas web, conducir programas de radio, diseñar spots publicitarios y editar audio y vídeo. Como una de las prácticas del curso, los estudiantes desarrollaron spots publicitarios, en Ixil y español, para la prevención de la migración y la trata de personas.

Ana*, que tiene muchas habilidades en el área de comunicación, cree que el curso es una herramienta que la está ayudando a trazarse un perfil laboral que, de otra manera, no hubiese podido forjar. Para empezar, con lo aprendido en los talleres, ya produjo unos spots publicitarios para su hermana, que tiene una venta de ropa.

“A mi me ayudó bastante porque a mí me gusta la conducción de programas radiales.  En base a ello nos llamaron un día, para conducir un programa en la radio La Voz de Nebaj… Y fue una gran oportunidad que recibí, gracias al curso, porque ahí fue en donde me conocieron” .

Dentro del programa, también, se facilitaron cursos de corte de cabello y gastronomía. Las becas cubrían todos los gastos administrativos, académicos y de materiales. 

"Lo único que necesitaban era nuestra voluntad, disponibilidad de tiempo y responsabilidad”.

Actualmente, quienes participaron en los cursos mencionados, están en vías de abrir locales comerciales, en los que podrán poner en práctica lo aprendido, al iniciar un emprendimiento colectivo.  Con el apoyo de Save the Children, abrirán un comedor, un salón de belleza y una oficina de comunicación. La inversión inicial es una contribución de Save the Children, pero los gastos de mantenimiento y alquiler de local corren por la cuenta de los nuevos emprendedores.

“Lo que Save the Children quiere es que nosotros desarrollemos más en nuestras áreas. De hecho, ya empezaron con otras becas”.

Ella piensa que es necesario que los jóvenes sean formados para emprender sus propios proyectos, de manera que no tengan que depender de un empleador para sobrevivir y, por eso, junto con otros miembros de la Red, se ha reunido con chicos de comunidades aledañas para ver cuáles son sus intereses y las necesidades que hay en el entorno, para, así, proponer iniciativas de formación e iniciar la gestión para nuevas becas.  Entre los temas que se destacaron como prioritarios están el cultivo de flores, diseño de arreglos florales, repostería, mecánica automotriz, tapicería, sastrería, maquillaje y belleza. 

“La verdad, es que siento que Save the Children es la organización que más ha apoyado acá, porque nos han dado varias oportunidades y capacitaciones”.

Para Ana*, el emprendimiento que iniciará con sus compañeros es solo el primer paso para empezar su propio negocio: una oficina en la que pueda dedicarse a crear páginas web y trabajar en edición de audio y vídeo. Está convencida de que, como ella, los jóvenes de Nebaj están empezando a ver un futuro más prometedor en su país. Cree que la mentalidad de las nuevas generaciones está empezando a desechar la migración como única opción de progreso, pero, también, sabe que para que los jóvenes tengan las competencias necesarias para trabajar e iniciar negocios propios, necesitan de la voluntad política de los gobiernos locales y el apoyo de las organizaciones que trabajan en el fortalecimiento del desarrollo social. También cree que el apoyo mutuo, entre jóvenes, es un arma muy poderosa para lograr verdaderas transformaciones sociales.